"spiritual new age music and dream-drone vibrations by Matt Kattman. "Free Sentient Beings" cassettes have
made their long journey across the Pacific and a small number are now
available to order at The Rainbow Body Bandcamp page. The digital
version is also up for streaming or download."
sigo en una nube con la última hornada de ginjoha tapes. no puedo ser objetiva: los diseños de las cintas me gustan tanto como la propia música. un arcoiris musical, no hay más. si hay algo que desprende por todos sus poros The Rainbow Body es esa conexión especial entre Matt Kattman y el budismo, su espíritu, su filosofía.. desde el nombre, ese arcoiris del cuerpo que representa el estado de pleno conocimiento que alcanza un cuerpo iluminado, trascendiendo su encarnación corporal para convertirse en un ser de luz pura, hasta el título: seres conscientes y libres, un término utilizado en la filosofía budista que, a grandes rasgos y sin querer meterme en un berenjenal, hace referencia a los seres con conciencia o una sensibilidad especial para sentir, percibir o experimentar la subjetividad: animales, plantas e incluso objetos inanimados. y todo eso tan intangible e inabarcable trasladado a música es el cielo.
el arcoiris del cuerpo. la sóla mención de su nombre provoca que una avalancha de imágenes y colores asalte mi imaginación. nada más empezar a sonar 'free sentient beings 1', tan Buchikamashi, tan ladies and gentleman, pienso en la preciosa 'magnetic highway' y vuelvo a tener la sensación de que su música parece ir más despacio a medida que avanza, como en cámara lenta, como si fuésemos cayendo poco a poco en un estado de coma inevitable. una burbuja de guitarras, espirales, efectos y loops. una emoción que no se puede cuantificar, como ir en bicicleta por la Senda del Agua mientras suena la canción número dos. hasta el sillín era cómodo y mullido. porque la música de The Rainbow Body también es capaz, entre otras cosas, de provocar nostalgia de lugares no visitados, de recordar sensaciones que no estás segura de haber vivido y que son de una intensidad brutal. y de contagiarte un poco de su espiritualidad. tan sólo cuatro sinfonías de arquitectura flotante, de pulsaciones en otra dimensión, como hechas a medida para acompañar películas tristes de ciencia ficción. un disco bonito hasta el final ('free sentient being 4' es la espiral), como su portada y prácticamente todo lo relacionado con Ginjoha Tapes.
el arcoiris del cuerpo. la sóla mención de su nombre provoca que una avalancha de imágenes y colores asalte mi imaginación. nada más empezar a sonar 'free sentient beings 1', tan Buchikamashi, tan ladies and gentleman, pienso en la preciosa 'magnetic highway' y vuelvo a tener la sensación de que su música parece ir más despacio a medida que avanza, como en cámara lenta, como si fuésemos cayendo poco a poco en un estado de coma inevitable. una burbuja de guitarras, espirales, efectos y loops. una emoción que no se puede cuantificar, como ir en bicicleta por la Senda del Agua mientras suena la canción número dos. hasta el sillín era cómodo y mullido. porque la música de The Rainbow Body también es capaz, entre otras cosas, de provocar nostalgia de lugares no visitados, de recordar sensaciones que no estás segura de haber vivido y que son de una intensidad brutal. y de contagiarte un poco de su espiritualidad. tan sólo cuatro sinfonías de arquitectura flotante, de pulsaciones en otra dimensión, como hechas a medida para acompañar películas tristes de ciencia ficción. un disco bonito hasta el final ('free sentient being 4' es la espiral), como su portada y prácticamente todo lo relacionado con Ginjoha Tapes.
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