microphones in the trees: charalambides

Saturday, April 01, 2006

charalambides

hasta ahora sabíamos de Tom y Christina Carter que en el reino del folk primitivo, místico o psicótico podían, por bagaje, caminar con la cabeza muy muy alta. desde el lejano 'our bed is green', autoeditado en cassette en el año 92 a través de su sello Wholly Other, las noticias sonoras de la pareja Carter venían siempre envueltas en drones, pulsaciones minimalistas y trasteos que como los coros, parecían vivir en una súplica permanente. un silencio bizarro que no conseguía conjurar el bien y el mal, únicos aunque plurales en la singularidad, parecían ser dueños en exclusiva de cadencias disonantes que les permitían manejar, como pocos, el sonido dentro de la oscuridad, apuntalando siempre la sensación de contradicción. la nota de prensa de 'joy shapes' hablaba en 2004 de un exorcismo visible en canciones como 'here not here' (here is here / here is not here / the rain falls / and the sun shines / the rain shines / and the sun falls) , todas esas contradicciones, la sensación de vivir en un fuera de juego existencial permanente como parecían decirnos en 'unknown spin' y todas las nubes negras que les amenazaban se han disuelto definitivamente. en 'a vintage burden' el negro no se ve, apenas se intuye, se siente porque existe y es real pero su protagonismo le ha dejado paso a una paleta de colores que, ahora sí, describe paisajes bonitos con todas las letras. abre 'there is no end' y sin apenas darnos cuenta descubrimos que a Chritina Carter le cabía una Mimi Parker dentro. Siguiendo las comparaciones con los luminosos Low de the great destroyer en 'spring' incluso hay cantos a una vida que pone los pelos de punta (go outside / sky is blue / follow stars / love is in the air / let it shine ) , 'dormant love' puede ser perfectamente la canción más evocadora en lo que va de año y tanto 'black dead blues' como 'two birds' -con sus 17 y 12 minutos respectivamente- demuestran que en el firmamento guitarrístico de Tom Carter también tienen cabida la sensualidad y el erotismo. cierra 'hope against hope' y queda la sensación de que este es, con diferencia, el disco más precioso y cósmico que han parido los Carter, y que si logras llegar a él, no querrás salir. maravilloso.

rafa

7 comments:

Ecstatic Peace! said...

...son canciones bastante accesibles.

No están mal,
pero me gustan más sus primeros discos.

ana said...

El sello kranky no descansa, afortunadamente. Disco que saca, disco que hay que tener.

file under: delicatessen :)

ana said...

qué difícil es describir la belleza y que fácil lo han hecho. por la mañana, al despertar con los rayitos de sol colándose tímidamente por la ventana, uf!

delicatessen sip :)))

ana said...

por cierto, lo más difícil de hacer es justo lo que han hecho..algo tan indescriptible como Dormant Love (sigo sin saber a qué me recuerda:)) y
una evolución muy parecida a la que han sufrido Jackie O Motherfucker en su último disco

Anonymous said...

ah, que delicia pasar por aquí, sois unos generadores-recopiladores de placidez.
(ayer pasé por la elíptica y porque no llevaba money, q etuve a punto de entrar y llevarme lo que mirta recomendase, la de veces q hemos escuchado las nanas q me recomendaste:musico terapia total para acelerados a su pesar)
pasaré pronto
siloam
besiños

Anonymous said...

a veces se pierden con tanto minutaje y bajas pulsaciones, Christina no me acaba de conquistar y se les hincha un poco, quizá les falte algo, pero su propuesta me parece de lo más interesante actualmente (previsible soy). No conozco su primeros discos.

los mp3 son un esbozo, porque 'dormant love' buf!, sólo dura 1 min. :)

Anonymous said...

No sé, prefiero los anteriores. Joy Shapes me entró desde la primera escucha como la seda; música celestial para mis viajes en metro y mis noches de insomnio y taquicardia.

Este nuevo disco suena bien, no lo niego. Pero no me entra del todo. Es precisamente esa luminosidad tipo Great Destroyer la que hace que el disco me parezca un pelín afectado. No sé, siento como si hubieran pensado el disco antes de hacerlo. Qué peligroso es eso. Seguiré escuchándolo...

P.D.: Tanto criticarlo todo y al final me enamoré de Bisbee Blue...