"Carter Mullin pulls off some electric 6-string-meditations that perfectly fit to the rainy winter we’re expecting to go through. no snowflakes dancing from above ~ just tristesse pouring down to get soaking wet in. take cover underneath Reedbeds’ sonic umbrella to ponder on your love lost or the one you just fell for."
¿qué puedo decir, aunque solamente sea escuchando la primera canción de 'basement grotto', 'elegy by heavy eyelids'? que hace tiempo que Reedbeds es una debilidad, que aunque hoy luzca un sol radiante, su música siempre la relacionaré con el otoño o un con día lluvioso de verano, o con esa portada tan extraña y surrealista de Moonassi. que supera en emoción a 'canary morning', que Carter Mullin es un alien adorable que no creo que tenga más de dieciocho años y que es una suerte vivir en su mismo planeta. y que si tuviera un sello querría editárselo todo. desde el título, 'basement grotto' habla de cuevas
marinas de color azul en el sótano de la imaginación, nos
predispone para un ambiente especialmente reflexivo y marino en un disco que puede parecer distinto a lo que había hecho hasta ahora pero que en el fondo
es muy parecido. ahí están las guitarras y los teclados moviéndose en círculos y a ritmo pausado y esa forma ya tan familiar de condensar y plasmar sensaciones, ambientes, recuerdos de recuerdos, de bocetar más que pintar, de empezar despacito para convertirse, tras varios días sonando, en mi disco favorito de Reedbeds. me emociona el runrún y las burbujas de 'reverie sheep', las pizpiretas notas de guitarra de 'your hand in mind', las repeticiones, los loops, la tristeza de 'please leave me here' y 'the rain comes whenever i wish', el ritmo danzarín tan Black Eagle Child de 'windowsill', cómo se retuercen las cuerdas de una barca que se balancea sobre el agua en 'bedside' mientras suena algo muy dulce que parece gamelan, al más puro estilo 'lone voyager' de los delfines, la intro de 'petal steel' que por alguna razón me hace pensar en 'djed' de Tortoise, la belleza indescriptible de 'refrain' para decir adiós tras diez canciones que duran un suspiro y que, aunque suena a tópico y como siempre ocurre con los discos de Reedbeds, te impulsan a darle al play una y otra vez, siempre tan cortitos y acogedores.
sold out ~ listen/name your price
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