"you need to have the gold good-luck charm to be able to get into the enchanted forest of sound created by johannes schebler..." makrame
es fácil descubrir los discos donde se reflejan y a mí me parece que Baldruin es puro makrame. el macramé es un arte muy antiguo en el que sólo se utilizan las manos para hacer hermosos nudos, trenzas y cenefas decorativas. y eso es lo que Aritza Land admira por encima de todo, los sonidos improvisados y ancestrales, coger una canción y simplemente tocarla, retorcerla como si fueran nudos. esa fisicidad del free jazz y la música tradicional africana y asiática. claro, cualquier grabación que venga de un sello que nace en el 'vasco país' y que se llama makrame en honor a la abuela de Aritza,
tiene a su favor un plus original de cariño y garantía. pero es que este minicedé es tan tan bonito y dorado, literal, que la única palabra que lo define es artesano, como el papel cebolla o el amuleto de la buena suerte que ilustra la portada.
empieza a sonar
'die erweckung des lazarus feat. nebelsonnen', con sus palos de agua y
sus notas de piano, y sabes que además estás ante el que será uno de tus
discos más queridos del año...lo sé, casi siempre lo digo, pero de verdad que es así. inconfundibles tonadillas de auténtica orfebrería psicodélica en las que sigue habiendo bosques encantados y sigue habiendo duendes y sigue habiendo un clima fantabuloso de cajitas de música con bailarina
dentro y microscópicos laberintos de antiguos mecanismos de
relojería. un toque artesanal, cálido, rural, tan afín al espíritu de makrame, que dibuja mejor que nunca ~y nunca mejor dicho porque Johannes Schebler además pinta y colorea~ los recovecos de su ambient folk miniaturizado y chispeante.
las sorpresas de 'aufbruch' son, entonces, pequeños regalos para los que admiramos todo lo que hace Johannes Schebler: apenas el tímido uso de un delay, campanillas, drones que parecen violines, violines que parecen armonios, pianos que parecen mandolinas, vibráfonos que suenan como el hielo en los vasos, flautas que parecen cascabeles, un órgano de iglesia acolchado como el más mullido de los sofás, tal vez un dulcimer, el graznido de un cuervo, voces de niños en 'durch das licht von elysion', preciosa nana cual página arrancada de algún cuento infantil de la famosa noche de Walpurgis. la producción es nítida, vibrante, cristalina, totalmente orgánica, encontrando miles de matices, sonidos indescriptibles y cierto aroma al mágico sonido Canterbury, a la hipnosis folk de nuestra añorada Tara Burke, al mundo flotante de M.M. Peres, a las ondas sónicas de juguete de Jonathan Fitoussi y sobre todo a la dulzura tribal de Sunhillow, con quien el año pasado había compartido un split en SicSic Tapes. no es tanta casualidad que otros de los minicedés publicados en makrame fuese de Uton, el alien duende por excelencia con quien Johannes nos regaló otra cinta inolvidable en Ginjoha Tapes bajo el nombre de Grykë Pyje. de ahí la sensación de que makrame, sin acento porque en euskera nunca hay acentos, conecta en la distancia músicos que, sin saberlo, o tal vez sabiéndolo, ya estaban conectados.
1 comment:
cuantas cosas tan emocionantes juntas. voy a bucear un rato por este sello.
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