"Two conceptual compositions.
~ Os Canais ~
Os Canais sprouted on a boat, while wavering inside an old canal system. Inside the memento of the hearth of altepepl Tenochtitlan. Where we dressed ourselves in the highstrung robes of history. And subconsciously warbled a symbolic counterpoint to flashes of the boiling torso being the current Ciudad De Mexico. And afterwards, our exhaled alphabet left sightless traces full of meaning. Like the diagrams in the sand, peering after a dance of the Judwalis. This collage is the ambiance which existed during an hour long interview for a documentary on Wietske Van Gils and myself, by Patrick Danse. These are the invisible traces of our motions, and our ideas, in between the words.
~ The Bird Sings (Variations) ~
The bird / mimicks the wind / The filter sings a fowl
And there is an a, a b and a c / all communed, in expectancy
Inside this magnetic tape / der Vogel singt" lieven martens moana
And there is an a, a b and a c / all communed, in expectancy
Inside this magnetic tape / der Vogel singt" lieven martens moana
La carrera artística del poeta, compositor y visionario belga Lieven Martens ha sido una meditación profunda en torno a los resquicios de la naturaleza. Mucho de su material ha sido revisado y celebrado por este blog, así que cada noticia de Lieven siempre es una buena nueva. Su trabajo como Dolphins Into The Future, Duncan Cameron y Lieven Martens Moana (dejando fuera Cetacean Trancefers, Blobs, etc) funciona simultáneamente como la mirada de un científico y la de un explorador aficionado. Abstracto y exaltado, ensoñador y vitalista, su armazón imaginario (plagado por inocencia y asombro por lo demás abundante) devuelve al espacio natural no la noción artificiosa y exotista del espectáculo sino la condición ancestral del paisaje como piedra de encuentro del artista con un universo animista. Martens ha sabido llevar sus composiciones a territorios tan propios, tan exclusivos, que resulta muy difícil identificarlo a estas alturas del partido dentro de la tangente de sus contemporáneos inmediatos (James Ferraro, Spencer Clark, Orphan Fairytale, et al) si no es por cuestiones meramente personales o historiográficas.
Por lo demás, se podría decir que la insinuación del espacio sonoro (como generador de espacios imaginarios –Hawaii, Samoa, Ilha do Pico, etc– y como fenómeno propiamente acústico) es una de las constantes en su trabajo. La primera etapa de su trabajo (desde Duncan Cameron o Blobs hasta su pseudónimo más conocido, Dolphins Into The Future) engloba una afinidad figurativa. “Ke Ala Ke Kua”, “Ke Mirning Pu’uwuai” o “The Voice of the Silence” son primordialmente recreaciones escénicas, pinturas sonoras (como él mismo las ha llegado a llamar) que insinúan el paisaje en la medida que lo componen. La faceta más reciente (una que se esboza en “Canto Archipelago” y termina tomando forma en “Writings” y trabajos posteriores) no es precisamente un distanciamiento tanto como una progresión. En “Os Canais”, su cinta más reciente editada por el sello alemán SicSic Tapes, el belga medita en torno a las posibilidades de presentar y transfigurar el paisaje al mismo tiempo.
Grabado en los canales de Xochimilco, México, como parte de una visita del año pasado, el material se divide en dos partes. La primera, que da nombre al álbum, consta de una extensa grabación de campo integrada por los movimientos incidentales del canal mismo así como de sutiles modificaciones que el belga efectúa sobre la grabación. Al igual que las improvisaciones de campo de Lawrence English (“Suikinkutsu No Katawara Ni”), el sutil juego de Martens permite al escucha ser parte de ese espacio imaginado. La segunda parte, “The Bird Sings (Variations), es muy distinta. La referencia inmediata aquí sería el serialismo de Messiaen (quizá el devoto musical más ferviente de los pájaros), un compositor del que Lieven se declara abiertamente seguidor. Utilizando como punto de partida el cantar de los pájaros, los casi veinte minutos de la pieza se desintegran gradualmente en matices más abstractos (empezando con los pájaros y concluyendo con variaciones y manipulaciones análogo-digitales parecidas al Acto I de su “Music from the Guardhouse”), como si Lieven quisiera extraer algo fundamentalmente esencial del sonido de las aves.
En todo caso, ambas partes demuestran la capacidad artesana de Lieven, una que constantemente oscila entre esta posibilidad de figurar y alterar los espacios. Aún cuando “Os Canais” no parezca ser su obra totémica, la cinta deja ver que la investigación naturalista de Martens todavía tiene mucha luz que arrojar.