"Full Blast recoge a Brötzman en la cúspide de su bramar, donde Free y Hardcore se encuentran. proveniente de un directo, Full Blast recoge la actuación de Brötz con el bajista de los brutales Steamboat Switzerland, Marino Pliakas, y Michael Wertmüller, viejo cómplice del saxofonista, en el club The Loft de Colonia el pasado febrero. Dividido en cinco partes atendiendo a cambios de instrumentos y a solos que sirven de separación, en realidad el disco presenta una actuación unitaria de potencia demoledora que sólo se calma en el inicio de su último tramo, cuando Brötzmann toma el alto. Todo el disco es testamento flamígero del toque omnívoro del saxofonista, al que Pliakas responde con un zumbido pulsante y Wertmüller con una mezcla de toque lineal que se enrosca en remolinos (por ejemplo en su primera parte) que actúan como centros de tensión y maremagnums derivados del rock (partes tercera y cuarta). Cuando Pliakas pisa el fuzz a fondo se alcanzan temperaturas de fusión. se trata sin duda de uno de los discos más intensos, se diría que embrutecedor en su glorificación de la testosterona, de estos últimos años." tomajazz
seguro que si hubiera descubierto antes Blast Music, si hubiera leído el blog de outer space gamelan hace un mes y no la semana pasada, éste sería mi cuarto disco favorito del 2006. al igual que The Beloved Music de Flaherty y Corsano, con el que tiene muchísimos puntos en común, se trata de una experiencia inolvidable. apenas existe información, sólo la estupenda crítica de Outer Space, otra en español de Tomajazz que encontré casi de casualidad, algunas en alemán, chino e italiano (cuadraditos indescifrables y un desesperanzador 'Articolo non disponibile') y poco más. sin embargo, además de aparecer en muchas listas de lo mejor del año, Blast Music pertenece a la categoría de discos imprescindibles del jazz y de toda la música contemporánea. cinco partes, cinco descargas trepidantes y emocionantes de adrenalina, de estructuras imprevisibles y viscerales en las que sería injusto destacar alguna, pero de verdad que lo que ocurre en 'part five' desde el primer hasta el último segundo es casi un fenómeno paranormal...el entusiasmado 'wow!!!' de alguien del público, idéntico al de 'a lean and tortured heart' de Flaherty & Corsano, no hace más que demostralo. 'part two' es más de lo mismo y rotundamente diferente...me encanta. ¿puede haber algo más salvaje y estratosférico que ese saxo y esa batería? hablando mal y en plata: este disco es un puto cañón! impresionante
lo mejor: todo...es jazz, es rock, es corazón, es explosión. y lo peor es que después de escuchar algo así no puedes escuchar nada más
peter brötzmann: saxo tenor, clarinete bajo, tarogato; marino pliakas: bajo; michael wertmüller: bateria
9 comments:
jejejee fue leer esto y pensar: "jazzsmoke 3, 2, 1,...!"
saúdos!
aqui tienes mas municion para el dia siguiente.
Church Number Nine
iMposible abarcar tanta música y encima de la buena, aunque con esta crítica no creo que tarde mucho más en escucharlo
parafraseando a abel: madredelamorhermoso
es que sólo con la primera parte ya te quedas noqueada. es impresionante...pero bueno, estoy escuchando un trocito de machine gun y es más de lo mismo. qué crack el tal brotzmann
brian, gracias por el enlace, ya me estoy bajando unos cuantos :P
jaja.. verídico lo 3,2,1. creo que incoscientemente he escrito este post pensando en jazzsmoke, es inevitable.
a partir de the beloved music me he ido enganchando a todo lo publicado por Flaherty/Corsano, así que nunca estaré lo suficientemente agradecida
por cierto, es un pensamiento algo difuso y sinsentido, pero tengo la sensación de que con el jazz ocurre un poco lo mismo que con la pintura. los músicos de ahora realmente nunca llegan a hacerse del todo conocidos e inmortales como en la época dorada del jazz..no sé, ¿qué hubiera pasado si Peter Brotzmann fuera de la misma época que Coleman o Albert Ayler? es como que siempre se quedan pequeñitos al lado de nombres tan míticos. y sin embargo, salvando todas las distancias, no hay demasiada diferencia. tal vez es que hay demasiados nombres relacionados con un tipo de jazz fusión horrosoro y al final los buenos se confunden y te da pereza investigar, o que ya no existe sellos estandartes como lo fueron en su momento blue note e impulse..no sé, ya digo que no dejan de ser pensamientos en voz alta.
yo creo que la cuestion de que conozcamos mas o menos a unos u otros tiene mucho que ver con la politica de propaganda americana. y con un reduccionismo importante y sino que pasa con Kaoru Abe o el Michael Holbrooke Trio.
perdon, Joseph Holbrooke Trio.
o a lo mejor es que ya no se hacen portadas tan bonitas como las de antes (me refiero al jazz) :). algo con una portada como "Something Else!!!!: The Music of Ornette Coleman" sabes que no puede ser malo
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